El Alabastro
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El alma de un mar interior
Historia geológica
El alabastro representa la huella mineralizada de las sales que cristalizaron en el fondo de un mar interior. Este mar ocupaba el actual valle del Ebro hace más de 30 millones de años.
Según la explicación científica más aceptada, el alabastro cristalizó como cristales de yeso al desecarse la cuenca endorréica que ocupaba la depresión demarcada por los Pirineos, el Sistema Ibérico y la Cordillera Costero Catalana durante el Oligoceno.
Este yeso (sulfato cálcico dihidratado) experimentó una deshidratación, transformándose en anhidrita (sulfato cálcico anhidro) como consecuencia de la presión litostática, que no es otra cosa que la presión ejercida por los sedimentos que se depositaron sobre él.
Posteriormente y como consecuencia de la erosión de la cuenca y lavado de sedimentos, la presión litostática disminuyó y la anhidrita pudo volver a hidratarse, dando lugar a la formación de nódulos de un yeso microcristalino especial, que hoy conocemos como alabastro.
Un mineral polivalente
Características técnicas
Composición química
CaSO4 + 2H2O
Comportamiento físico
Isótropo.
Peso específico
2,4g/cm³
Resistencia a la compresión
200Kg/cm²
Resistencia al choque
38,3cm
Color
de blanco (puro) a ocre/gris (según impurezas).
Cristalinidad
Microcristalino.
Índice medio de resistencia a la heladicidad
Secado a 40ºC = 0,94%
Secado a 60ºC = 0,68%
Módulo de elasticidad
32Kg/cm²
Comportamiento frente a la luz: Translúcido
Opacidad a partir de 110ºC
Comportamiento a la luz
Translúcido.
Coeficiente de absorción de agua
Hasta 60ºC = 0%
A 110ºC = 5,2%
Resistencia a variación térmica
A 40ºC: variación de peso 2,8% y resistencia a la flexión 68,4Kg/cm²
Resistencia a la flexión
2Kg/cm²
Dureza (Mohs)
2
Porosidad
0,15%
Resistencia a variación térmica
A 60ºC: variación de peso 3,0% y resistencia a la flexión 8,8Kg/cm²
Resistencia a los ácidos
Variación del peso 0,6% y pérdida de resistencia a flexión 20%
Desde el corazón de la estepa
Origen geográfico
El 95% de la producción mundial de alabastro se lleva a cabo en las secas tierras del corazón del valle del Ebro, entre las provincias de Teruel y Zaragoza.
Solo unas tierras de extrema aridez como lo son las pertenecientes a la cuenca terciaria del valle del Ebro y en estas latitudes, presentan unas características climáticas y morfoclimáticas que han permitido que una roca salina, con unas características tan propias como es el alabastro se haya preservado en todo su esplendor durante millones de años.
En su entorno podemos encontrar singularidades geológicas como lagunas saladas endorreicas o surgencias termales.
Esta área en la que se obtiene alabastro, supone un compendio de paisajes y morfologías contrastadas, geología específica, comunidades vegetales, y una avifauna propia y singular, todos ellos de un gran valor medioambiental, único en Europa.


Compacto pero manejable
Aplicaciones técnicas en arquitectura de interiores
La densidad del alabastro, similar a la de otras piedras ornamentales utilizadas en la construcción como el mármol, su alta resistencia a la compresión y otras características tan apropiadas como su módulo de elasticidad o su alta resistencia a la flexión hacen del alabastro un material idóneo para ser utilizado como materia prima en la arquitectura de interiores.
Sin embargo, su característica más valorada es la singularidad estética, dado que las “aguas”, vetas o “venas” que están presentes en el interior de cada bloque o lámina de alabastro hacen de cada pieza un elemento único, imposible de reproducir y, por lo tanto, diferente a todas las demás.
Las características estéticas del alabastro hacen de él un material muy apreciado por su singularidad estética y arquitectónica en la construcción y decoración de interiores tal como muros, ventanales, mamparas…
Sus propiedades físicas permiten múltiples acabados y manufacturas, tales como pulidos, apiconados, torneados…
De la antigüedad clásica al siglo XXI
Aplicaciones técnicas en escultura y talla
El Alabastro es una roca que aúna las características de su dureza similar a la de una madera con la singularidad estética de una roca única.
Su relativamente baja dureza han hecho de él un material muy apreciado por el hombre desde hace milenios en escultura por la facilidad de su talla. Es por ello que innumerables pueblos, desde la antigüedad clásica hasta nuestros días, pasando por los magníficos retablos góticos, han utilizado esta roca tanto en el arte como en la decoración.
Para su talla pueden emplearse las mismas herramientas y técnicas similares a las utilizadas en la talla en madera.
Además, unas características tan importantes en escultura como son la microcristalinidad y la isotropía hacen de esta roca un material que permita ser tallado con exquisito detalle independientemente de la dirección de la labra, sin que ésta se vea condicionada por variación de durezas o exfoliaciones debidas a estratificaciones, laminaciones o cristalizaciones preferentes.


La luz a través de la piedra
Aplicaciones técnicas relacionadas con la translucidez
El alabastro es, probablemente, la única roca translúcida ampliamente empleada en arquitectura, decoración de interiores y escultura.
Es precisamente esta singularidad propia de ser un sulfato cálcico dihidratado y microcristalino lo que le aporta su característica más valorada: la translucidez. Este particular comportamiento a los rayos de luz hace que éstos, al atravesar el material, sean refractados en infinidad de direcciones, permitiendo ser atravesados por la iluminación sin que lo sean por la vista.
Esta peculiaridad hace del alabastro un material idóneo para ser utilizado en aquellas aplicaciones en las que se desea dar un efecto luminoso característico, tales como ventanales, biombos, apliques de luz, muros decorativos… Pero también permite amplificar este efecto mediante la iluminación interior de objetos, que proyectan múltiples efectos de luz causados por las características aguas y venas que se encuentran en el interior de la roca.