Una docena de escultores de varias procedencias realizaron una estancia de cuatro días para trabajar este material autóctono del Bajo Martín
El CIDA no descansa y cuanta más fiesta, más ajetreo alberga entre sus cuatro paredes. Durante cuatro días entre Lunes y Jueves Santo, el portón permaneció abierto para acoger a una docena de artistas que compartieron conocimientos en torno a este material autóctono del Bajo Martín.
Son personas socias del Instituto Catalán para la Investigación en Escultura (ICRE), una entidad que preside Jorge Egea. El alcañizano, y ya un habitual de Albalate desde que descubrió el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) se ha encargado de dirigir esta iniciativa. «Hemos aprovechado que el CIDA siempre está abierto a propuestas y hemos planteado una estancia, no un taller como en otras ocasiones. De esta manera, los artistas han tenido total libertad creativa y cuando han necesitado de asesoramiento lo han tenido», explica.
La esencia de estas estancias es el aprendizaje entre todos los participantes, y así ha sido con artistas que ya conocían el material e incluso con experiencia en otros tipos de alabastro, y otros para los que este era su primer contacto. «Aprendemos unos de otros porque según la escuela de formación de cada uno, cada cual tiene una manera diferente de afrontar las piezas», añade.
Salvo dos de los participantes que han llegado a esculpir dos piezas, el resto se llevan lo empezado para continuar en sus talleres. Acudir al CIDA supone tener unas instalaciones con toda la equipación.
Un Instituto «abierto»
De Albalate se despidieron el jueves después de estos días los artistas José Luis Ansón, Laura Hernández -que ha llegado de Suiza-, su padre el maellano Joaquín Hernández, Mari Carmen García, Quim Bosch, Coco Guilera, Genny Muria -criada en Belmonte de San José-, Joaquín Marsal, Raquel Toisón, Alfons Gil, Enrique Martínez Ballarín y Jorge Egea. Julio Romay comenzó pero tuvo que marchar por causa de fuerza mayor.
La despedida real fue en la medianoche de Jueves Santo entre tambores con el romper la Hora de Albalate. «Nos tratan fenomenal en este pueblo donde ya tienen interiorizado que en este CIDA hay mucha actividad», sonríe Egea, que recuerda que en septiembre el castillo acogió una exposición con más de medio centenar de piezas de socios del ICRE.
«Toda persona escultora puede ser socia resida donde resida. De hecho, vamos creciendo en socios y casi tendremos que abrir sede en Aragón porque ya tenemos unos cuantos artistas de aquí, todo el mundo es bienvenido», concluye.
17 de abril del 2022; autor: Beatriz Severino; fuente: LaComarca.net