Este mes de septiembre comenzará las primeras reuniones enfocadas a conseguir la certificación del alabastro de forma que permita su uso en proyectos arquitectónicos. La Diputación General de Aragón, AENOR y los productores se reunirán estos días con el objetivo de definir una ficha técnica que permita certificar el alabastro y dar un nuevo impulso a este material.
La confección de una normativa internacional a la que se acogerá todo el material antes de salir de Aragón será la primera de las tareas. Recientemente se firmó un convenio entre la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), la Agrupación de Empresas Mineras de Aragón (AEMA) y el Gobierno de Aragón. En los próximos días se celebrará la primera reunión de trabajo para conseguir el certificado de AENOR, la asociación dependiente del Ministerio de Industria que regulará la calidad del material.
El trabajo se desarrollará entre el último trimestre de 2015 y a lo largo de 2016. El objetivo es que cuando finalice el próximo año haya una normativa redactada y en activo.
La agrupación de empresas aportará el grueso de los casi 20.000 euros que se invertirán en trámites burocráticos y la Diputación General de Aragón, el 15%.
Hasta ahora las aplicaciones del alabastro en la arquitectura estaban limitadas a elementos decorativos como paneles, mostradores u objetos de diseño. Contar con una ficha técnica con las características físico mecánicas del material facilitará la introducción del material en el canal de la arquitectura en otro nivel.
«Nos demandan mucho material para arquitectura pero no teníamos un reglamento y así podemos ir a cualquier lado con nuestra piedra y su ficha. Una garantía para el que compra y para el que vende», dijo el gerente de AEMA, Joan Quintana.
Las cifras de exportaciones en el sector apenas han cambiado y Aragón sigue siendo el mayor extractor. El 80% del alabastro que se trata en el mundo procede del territorio y más concretamente, de las comarcas del Bajo Martín y Ribera Baja del Ebro. Históricamente ha viajado (y viaja) a los mercados de Oriente donde se trata y trabaja con fines decorativos pero esta fórmula parece tener fecha de caducidad y las empresas están encontrando relevo en la arquitectura. Cada vez reciben más pedidos para utilizar el material en construcción y por ello, el objetivo de los que extraen el alabastro en suelo patrio es hacerlo valer en los mercados internacionales con toda garantía.
Más de 70 entidades forman parte de la Agrupación de Empresas Mineras de Aragón de las que ocho, se dedican al alabastro. Para instaurar los parámetros en la nueva normativa se tendrán en cuenta las peculiaridades de cada empresa y explotación. Para ello cada una deberá presentar los análisis de su material. Esta iniciativa partió hace más de un año de Exportadora Turolense, una empresa ubicada en el polígono industrial La Venta del Barro desde 2006.
Esta factoría y Alabastro de Teruel forman el Consorcio Industrial y Minero de Aragón (CIMA) e instaron a la Universidad de Zaragoza a someter a su material a una serie de análisis con el fin de lograr el certificado AENOR. El Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias con el profesor Josep Gisbert a la cabeza. El profesor forma parte a su vez de la comisión de Conservación, restauración y rehabilitación de edificios desde donde se sigue investigando en una subsección dedicada al alabastro.
Exportadora Turolense es la empresa puntera en la Comarca del Bajo Martín, de hecho, se instaló en 2006 con 13 empleados y en la actualidad, aunque depende del volumen de trabajo, el número se sitúa en el medio centenar. Se suma una decena de puestos de trabajo indirectos. Las previsiones apuntan a nuevas contrataciones ya que en breve comenzarán a explotar en más cuadrículas del territorio del Bajo Martín.
Fuente: FocusPiedra