Los niños arropan la despedida de las figuras humanas del castillo albalatino.

«Miradas escultóricas, 3 interpretaciones de la figura humana», echa el cierre definitivo en el castillo de Albalate después de haber acogido a sus últimos 170 visitantes: los alumnos del colegio. La exposición colectiva de tres autores a resultado un éxito en buenas sensaciones. 

Bajo la atenta mirada de 170 escolares se despidieron las 65 piezas que componen la exposición «Miradas escultóricas. 3 interpretaciones de la figura humana». Desde el 15 de septiembre, las creaciones de Jorge Egea, Joaquín Hernández y Adrián Arnau, han vivido entre las paredes del castillo de Albalate del Arzobispo. Ahora toca cambiar de lugar y merecían una arropada despedida.

Si una de las patas fundamentales del futuro del arte es la pedagogía, lo mejor es demostrarlo y así ha sido. Uno tras otro, la semana pasada pasaron por allí todos los cursos del colegio público Román García de Albalate. Tuvieron a Joaquín Hernández como guía de excepción.

El maellano atesora experiencia impartiendo clase y eso siempre se nota y los estudiantes pudieron saber todo lo que quisieron preguntar. Conocieron el por qué de muchos aspectos y formas de trabajar materiales y las historias que hay detrás de algunas de estas figuras humanas.

La exposición se inauguró el 15 de septiembre. Entre el 16 y el 30 pasaron por allí más de 700 personas. Hubo días muy discretos de entrada pero otros se alcanzaron picos de más de 200. Se hizo coincidir con las fiestas patronales, una constante del Ayuntamiento. «Además de salir y todo lo que se hace en fiestas, hay tiempo para todo y pensamos que debe combinarse con Cultura y además, de esta calidad», dijo el alcalde, Antonio del Río el día de la inauguración.

Pasado el periodo de visitas, el coordinador de la exposición certifica que así ha sido. «El Ayuntamiento apostó fuerte por tener una propuesta de cierta calidad y creo que eso se ha cubierto con creces. Creo que ha gustado mucho y los comentarios que llegan son todos buenos», consideró Santiago Martínez, quien también valoró positivamente las cifras.

Además de las obras en sí mismas, en «Miradas» jugó un papel determinante el espacio. En Albalate se jugó con las salas y la distribución del castillo para colocarlas logrando «diálogo entre escultura y arquitectura» y «se consiguió una interacción completa también entre ellas y el público», reflexionó.

Clave fue también el escenario en Maella, en cuyo castillo se pudo contemplar antes que en el de Albalate. «Ambas poblaciones hicieron un gran esfuerzo y han sabido optimizar esfuerzos colaborando en la logística para que las 65 piezas no se quedaran solo en la Maella y aprovechar para que viajara a Albalate», añadió. Además del deleite para el público, hubo incluso venta de alguna pieza, algo que «siempre motiva a los artistas» y es una parte importante de las exposiciones.

Jorge Egea expone en Madrid.

Se concibió también como «una oportunidad» para disfrutar del arte figurativo en la puerta de casa. Es pronto para saber si seguirá en el territorio y podrá verse en alguna otra población, pero lo que es seguro es que se puede seguir la huella de cada autor por separado.

En Madrid, en pleno parque del Retiro, puede contemplarse hasta el día 28 una exposición en la que participa Jorge Egea. Se trata de «Trece miradas al Realismo». Miradas que realizan escultores y pintores del Grupo de Realismo Español Contemporáneo. De momento, está siendo una de las sensaciones de la ciudad.

Próxima cita: alabastro.

Las siguientes exposiciones en Albalate serán las de Marta Fresneda, Anja Roemer y Simón Domingo, los residentes de la beca de escultura en alabastro. Se están ultimados los montajes y se prevé que entre noviembre y diciembre se inauguren las tres por separado. Una vez se vean en Albalate, se moverán también al menos, a Híjar y La Puebla.

 

Autor: Beatriz Severino; fuente: LaComarca.net