Residentes del arte en Albalate

La sevillana Marta Fresneda ha sido la primera becada por el Ayuntamiento para realizar su proyecto en alabastro.

Entre las cuatro paredes del Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro en Albalate se ha esculpido parte de los Derechos Humanos. Ha sido durante tres periodos y la encargada de dar forma ha sido Marta Fresneda.

No es la primera vez que la artista sevillana visita Albalate del Arzobispo. De hecho, ha participado dos veces en el Simposio que cada dos años se celebra en la localidad y en uno de ellos le surgió esta idea. La de tallar artículos de los Derechos Humanos que no se están cumpliendo.

Podría ser cualquiera, así que, para seleccionar, se rige por la actualidad. Reside en Florencia y viaja mucho y eso le permite tener una visión, sobre todo, «no condicionada» porque se empapa de los medios de comunicación nacionales e internacionales en prensa y televisión.

«El proyecto consiste en crear esculturas a partir de lo que sucede en el mundo. Cada escultura va acompañada de una noticia que ha pasado y el nombre del artículo que se está incumpliendo», explica.

Pone como ejemplo el artículo 23 que habla de la igualdad de las mujeres, o el 3, que incide en el derecho a vivir en libertad y seguridad. «No hay igualdad y si ves la de gente que capta el Estado Islámico en Europa para su causa, tampoco hay libertad ni seguridad», añade. Lo hace desde Florencia y a punto de marcharse a Dinamarca a un simposio para el que se prepara después de haber vuelto de Albalate donde ha estado realizando este proyecto completo.

Así ha podido ser gracias a una beca del Ayuntamiento para Residencias Artísticas. Una iniciativa que salió adelante a propuesta de la propia artista. «Tenía este proyecto entre manos y lo presenté a Albalate, lo consideraron y aceptaron y así arrancó el programa de residencia», explica. Aunque en un principio la iba a realizar de una vez seguida, al final, ha sido en tres estancias repartidas entre marzo y la primera semana de junio. Con todo, hubo facilidades y flexibilidad.

Dando forma a una de las esculturas en el Centro Integral de Albalate en una de las estancias de la Residencia Artística del Ayuntamiento.
Ha podido hacer uso de las herramientas y del material proporcionado por la cantera local

Ella realizó sus once obras en treinta días, y el Ayuntamiento le proporcionó el alojamiento en el albergue municipal, la materia prima que extrae la empresa local de Yesos Alabastrinos y las herramientas del Centro Integral de Alabastro que coordina Santiago Martínez, quien estuvo también al frente del último simposio celebrado en septiembre y quien se ocupará de mover la exposición que resulte.

Las obras quedarán cedidas un año al Ayuntamiento para que se expongan donde se considere. «Son aptas para todos los públicos y creo que todo el mundo entenderá las patadas que damos todos al artículo incumplido que representa cada una», dice la autora. Cuando concluya la cesión, el Consistorio se quedará con algunas obras y el resto volverán a la artista a no ser que se vendan.

«Que cuentes con herramientas y material sin coste es tremendo porque todo vale mucho dinero, lo mismo que una exposición individual, que de otra forma es complicadísimo conseguir», reflexiona.

El origen de un proyecto social.

Este proyecto lo ideó en el último Simposio. «Me llamó mucho la atención cuando fuimos a Zaragoza que la gente no tenía ni idea de qué era el alabastro ni sus propiedades», asegura. «Me recordó a que hemos abandonado los Derechos Humanos igual que hicimos con nuestras raíces y con esto se trata de dar vida a algo olvidado, tanto al material como a los artículos».

Este pensamiento lo volcó en la frase que acompaña al proyecto: «La misma patada que damos a los Derechos Humanos se la estamos dando a lo que nos proporciona nuestra tierra».

La primera escultura que lo integra la esculpió en el Simposio de septiembre. Previsiblemente en agosto será cuando regrese para montarlas y prepararlas para la primera exposición. La primera será en Albalate pero después, la idea es que viajen para despertar cuantas más conciencias mejor.

Un mes de autores internacionales

La veda que abrió Marta Fresneda al ser la primera que propuso y solicitó la beca de la Residencia Artística, la seguirán otros. En concreto, dos personas con las que ya compartió tiempo, espacio y confidencias en el último Simposio. Se trata de Simón Domingo, artista de Muniesa, y de la holandesa Anja Röemer.

Cada uno ha presentado sus proyectos a desarrollar y disfrutarán de las mismas condiciones: estancia, herramientas e instalaciones y de una exposición individual por donde se pueda mover.

No obstante, el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro está a disposición de quien lo desee alquilar para iniciativas privadas. La próxima semana está prevista la llegada de un artista italiano que realizará un «workshop» para nueve escultores más que llegarán con él. Todos, de talla internacional y estarán diez días trabajando en las instalaciones que coordina Santiago Martínez.

El equipamiento del sitio permite que el tratamiento no se limite al alabastro y en este caso se centrará en la escultura en piedra.

«La idea es poder organizar algunas visitas didácticas, sobre todo, con los estudiantes del instituto de Híjar que trabajan estas asignaturas», dijo Martínez. Más adelante, el Centro acogerá las Residencias de Simón y Anja.

 

Autor: Beatriz Severino; fuente: LaComarca.net